Lado oculto de la inteligencia artificial: el agua como recurso invisible en el mundo digital

En tiempos donde la inteligencia artificial (IA) está revolucionando nuestras vidas, es urgente poner la lupa sobre un aspecto poco conocido pero crucial: su impacto en el consumo de agua. En Aguas Misioneras, queremos invitar a la ciudadanía a reflexionar sobre una realidad invisible, pero muy presente cada vez que interactuamos con tecnologías de última generación.

¿Sabías que al generar una imagen con IA o conversar con un chatbot como ChatGPT también se está utilizando agua potable? Aunque parezca sorprendente, detrás del funcionamiento de estas herramientas digitales hay un proceso complejo que implica un alto poder de cómputo. Los centros de datos donde se alojan estos sistemas deben ser constantemente enfriados, y para eso se utiliza agua en grandes cantidades.

Datos que invitan a pensar:

  • Crear una sola imagen mediante inteligencia artificial puede requerir hasta 3,45 litros de agua.
  • Realizar entre 10 y 50 consultas en plataformas como ChatGPT representa un consumo aproximado de 2 litros de agua.

Estos números son el reflejo de un fenómeno global que empieza a generar titulares en los principales medios del mundo. A medida que la IA se expande, también lo hace su huella ambiental. Por eso, resulta fundamental promover el desarrollo de tecnologías más sustentables y adoptar hábitos digitales más conscientes.

Desde Aguas Misioneras, renovamos nuestro compromiso con el cuidado de este recurso vital y alentamos a pensar el consumo de agua no solo en los usos tradicionales, sino también en el universo digital. Elegir cuándo y cómo usamos la tecnología también es una forma de proteger el ambiente.

¿Y vos, lo sabías?

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